Nuestra mansión zua
Hoy en día y por muchos años nos hemos encontrado con vivencias y sufrimientos de la gente que muchas veces son consecuencias de esa realidad absurda y estupida, la cual nosotros mismo nos hemos encargado de asumir y de vivir, finalmente convirtiéndolo en un conformismo completo y absoluto, de lo cual no queremos seguir siendo amigos.
Por eso con la gran ayuda de nuestra familia zua día a día queremos cambiar infinidad de cosas que aporten tanto al desarrollo de los niños como al de sus familias, por que no ayudar y educar de corazón a estos niños que lo único malo o feo que tienen es talvez su nombre pero peor aun la falta de oportunidad.
Será que la educación es para unos pocos adinerados y la mano de obra y trabajo para esta gran mayoría hambrienta y sedienta de ganas, motivación, ansiedad, y deseo, pues nooo, todos tenemos dos brazos dos ojos una boca, y entre esa tanta gente estamos nosotros nuestra fundación zua, en un rinconcito al sur occidente de bogota específicamente Colombia seguimos luchando por esta causa que seguramente no será de agrado para algunos pocos pero para muchos si.
Cambiar un balón por un puñal cambiar un cuaderno por un cartón o por que no mejor aun cambiar la vida de todos ellos y talvez la de nosotros.
“El amor es simplemente una trampa que se le tiende al hombre para perpetuar la especie”
Pero que puedo decir yo si soy solamente un hombre...
Diego Mauricio Amaya González
Hoy en día y por muchos años nos hemos encontrado con vivencias y sufrimientos de la gente que muchas veces son consecuencias de esa realidad absurda y estupida, la cual nosotros mismo nos hemos encargado de asumir y de vivir, finalmente convirtiéndolo en un conformismo completo y absoluto, de lo cual no queremos seguir siendo amigos.
Por eso con la gran ayuda de nuestra familia zua día a día queremos cambiar infinidad de cosas que aporten tanto al desarrollo de los niños como al de sus familias, por que no ayudar y educar de corazón a estos niños que lo único malo o feo que tienen es talvez su nombre pero peor aun la falta de oportunidad.
Será que la educación es para unos pocos adinerados y la mano de obra y trabajo para esta gran mayoría hambrienta y sedienta de ganas, motivación, ansiedad, y deseo, pues nooo, todos tenemos dos brazos dos ojos una boca, y entre esa tanta gente estamos nosotros nuestra fundación zua, en un rinconcito al sur occidente de bogota específicamente Colombia seguimos luchando por esta causa que seguramente no será de agrado para algunos pocos pero para muchos si.
Cambiar un balón por un puñal cambiar un cuaderno por un cartón o por que no mejor aun cambiar la vida de todos ellos y talvez la de nosotros.
“El amor es simplemente una trampa que se le tiende al hombre para perpetuar la especie”
Pero que puedo decir yo si soy solamente un hombre...
Diego Mauricio Amaya González
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